lluvia de octubre

jueves, 13 de octubre de 2011




ilustración de Alma Dominguez

        
un poema de José Luis García Herrera

en mi voz


Con el olor de la lluvia se aproximan
las remotas caravanas del recuerdo.
Abandonan su equipaje de añoranza
en los portales de una calle anónima.
El sabor de la lluvia posee aromas de infancia,
cadencias de lavanda y pellizcos de ciclamen.
Un tapiz de intenso gris cubre la argamasa del cielo
y las copas de los árboles recortan el paisaje
con la dimensión de un adiós o un hasta luego
que busca semillas de sol en la distancia.
El olor de la lluvia, de la tierra mojada,
nos recoge en el claustro de la meditación,
en el aula reservada para aprendices de náufragos
condenados a ser eternos arlequines de agua.
En estas horas escritas con zumo de limón
las lágrimas pesan como goterones de plomo,
como las monedas sin lustre de la tristeza
hurtadas de la hucha secreta del corazón baldío.
El viento pregona los poemas de la ausencia
entre los portales de la ciudad vencida por el agua;
y una voz solitaria, ebria de roble y de tanino,
acuña el silencio en el vaho de la ventana.
La lluvia es el poema de los que se fueron.

28 hablaron con Alma:

Juanjo Montoliu dijo...

El agua no tardará en volver. Casi se huele. Me encanta el olor a tierra que predice la lluvia. Si la lluvia es el poema de los que se fueron, es lógico que lo prediga la tierra, el lecho de los que se irán.

Aunque, pensándolo bien, nada hay más irracional e ilógico que la lluvia.

Me alegra mucho tu regreso.

Besos.

abril en paris dijo...

Vivimos añorando esas gotas de lluvia sobre la tierra reseca de nuestras cabezas..
¡El agua que no llega.. la esperanza que no cesa..!
¡Qué gusto leerte de nuevo !

Un abrazo Alma, de toda alma :-)

Rochies dijo...

ay Alma! hace rato que no leo un poema que me llegue tanto. Y además, huele a lavandas...
Contentísima de que estes nuevamente en tu bitácora.
Un abrazo!

Marcos Callau dijo...

Hola Alma. Se te echaba de menos por estos lares. Buen regreso!

Ricardo Guadalupe dijo...

Sí, a mí también me ha alegrado volver a leerte. Parece ser que la lluvia es el poema de los que se fueron... y volvieron.
Un fuerte abrazo

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Muy bien descrita la relación lluvia-nostalgia-recuerdos que a todos nos invade alguna vez -al menos- frente su magia poética.

Un abrazo!

El peletero dijo...

Hace unos años empezó a llover, llovía tanto que hube de refugiarme en el portal de una casa ajena, alguien me recogió y a cambio de ser su esclavo me decía que era su rey. Las vecinas, envidiosas, empezaron a murmurar y a maldecir las unas de las otras mientras no paraba de llover, más que en el diluvio, muchísimo más y durante demasiados años, y aquella casa ya empezaba a parecerse al arca de Noé que a un simple paraguas al revés.

Pero Dios es misericordioso o se cansó de lanzar agua desde los cielos, paró y dejó al sol relucir de nuevo y a mi barca lanzar el ancla. Así que desembarqué y me largué a comprarme crema protección solar 50, que ya sabemos que el Señor es casi siempre desproporcionado, casi tanto como las vecinas envidiosas.

Saludos, me alegro mucho de su vuelta y de poner tener con Vd. estas conversaciones que no llegan a ser ni siquiera de besugos.

Lo Siento por Interrumpir dijo...

"El sabor de la lluvia posee aromas de infancia". Si volviéramos a mirar la lluvia con ojos de niño, no nos deprimiría tanto.

Juan Herrezuelo dijo...

Qué maravilloso idioma aquél que contiene palabras como lavanda y ciclamen, que se combinan con cadencia y pellizco y entonces sientes la tierra, húmeda, viva, recibiendo ese poema de los que se fueron, lloviendo mansamente y sin parar, como escribió Cela. Un gusto empaparme de nuevo bajo tus letras.

Anónimo dijo...

Un poema increíble Alma, intenso en emociones y en sentimientos dejados llevar por el ritmo de la lluvia. Me encanta el último verso.
Ah..bienvenida de nuevo, me encanta que hayas terminado tu descanso y nos regales de nuevo tus poesías.
Un beso, del Aire

Miguel Baquero dijo...

¡¡Qué bueno tenerte de vuelta!! Y da igual que nos hayas traído las lluvias, casi mejor, que esto estaba muy seco ya y agostado son ti ;-)

Una pajarita dijo...

La lluvia me pone triste,
pero me gusta la lluvia...
Con la frente en los cristales
la miro, múltiple y una,
cantando sobre la tierra,
resbalando mansa y muda.

Es caricia sobre el alma...
es sentimiento, ternura,
nostalgia de viejas cosas
que ya no volverán nunca
La lluvia me pone triste,
pero me gusta la lluvia...


Un beso

Anónimo dijo...

Queramos o no queramos,nos guste o nos disguste, el otoño regresa siempre en un envoltorio de poemas y nostalgia... es su sello de calidad, para muestra tu poema.
Bienvenida de nuevo, revisité la página de tanto en tanto por si aparecias... siempre se vuelve cuando menos lo esperas.
Un besazo.

Liver.

(por si sale el anónimo jeje

Lidia dijo...

Un poema precioso y muy apropiado el que has elegido para dar la bienvenida al otoño, a las lluvias y a la dulce melancolía que traen consigo.
Yo te doy la bienvenida a ti, ya te estaba echando de menos.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

Cómo me gusta tu nueva/vieja casa.
Sonrío.

Raúl
El alma...

FJavier dijo...

En opinión de Simon Van Booy la lluvia es, para la gente solitaria, una oportunidad para ser tocado. Sin embargo, la emoción que causa la expresión “lluvias dispersas” del boletín meteorológico, según E. M. Cioran, demuestra que la poesía está en nosotros, por más que “disperso” sea un adjetivo capaz de suscitar cierta vibración.
Es posible, pues, me digo, que la emoción que provoca ser tocado por la lluvia esté relacionada con la poesía. O viceversa.

lopillas dijo...

Volviste con un paraguas, para abrirlo y no dejar que te moje el poema de los que se fueron y al darle la vuelta, recoger los abrazos y las sonrisas de los que regresamos.
Me pones en modo poetisa alma jajjj. Siempre una maravilla oirte. Besitos

iliamehoy dijo...

Si las predicciones metereológicas sonaran así, el otoño, aún con lluvia, me parecería altamente recomendable.
Me alegro de nuestra vuelta, y de las palabras que huelen a alegría renovada.
Una sonrisa

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Gracias por traernos con tu dulce voz, otras voces.

Saludos.

silvia zappia dijo...

buen regreso, alma!


tu poema es bello, muy bello.

lloveré el día entero...

mil besos*

virgi dijo...

¡Qué bien que volviste!
Y con la lluvia, con lo que me gusta.
Muchos besos

Natalia Astuácas dijo...

El cierre que hiciste es un genial invento.
Me encantan los días de lluvia para escribir.

Te dejo un abrazo.
Te sigo leyendo.

Gracias por tus visitas siempre.
Cuidate miles :)

dijo...

Alma:No sé cómo he encontrado tu blog,pero me alegro de ello.Pensé que ya no estabas "on line"y ahora leo tus paalbras de Otoño,algo tristes,algo melancólicas,algo llluviosas..
Pero el tiempo no se para para nadie.
Vivamos este otro presente que se asoma a la ventana y esperemos sea apacible.
Besucos

http://www.nadaia56.blogspot.com

juan andrés dijo...

Que gusto. Leer tu poema me ha hecho recordar esas tardes de lluvia que últimamente tanto añoro. No es que no me guste el buen tiempo. Pero todo tiene su momento y para mí una tarde lluviosa paseando bajo un cielo plomizo es algo que ya me esta haciendo falta.

Alex B dijo...

Qué bonito está tu casita llena de paraguas.
Espero que hayas descansado, me alegro mucho de que estés por aquí, de nuevo.
Me encanta la lavanda, el poema, tu voz y las horas ecritas con zumo de limón (que es el ingrediente principal de la tinta invisible).
Un beso :)

Anónimo dijo...

Me alegro de tu vuelta, Alma. Hoy llueve en mi ventana y leo el poema que compartes mientras huelo la lluvia. Es,como siempre, un placer entrar aquí.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Buscando la lluvia, has dado la vuelta al mundo? Ya son horas de volver, pues. :)

mabel casas dijo...

gracias por compartir a este autor

tiene la habilidad de situar al lector en el paisaje
y termina estando uno en esa lluvia y sus imagenes que narra

el verso final es un brazo de eternidad

cariños de argentina

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