mis gafas y yo

martes, 8 de julio de 2008


Llevo gafas desde tan pequeña que parece que nací con ellas. No tenía problemas en la vista pero acompañé a mi madre y a mi hermano al oculista porque él se quejaba de los ojos y lo que encontraron fue mi miopía. Mi hermano se fue de rositas y sin gafas. Le odié razonablemente una temporada.
Pero a todo se acostumbra el ser humano dicen, y en este caso sin ningún remedio, porque ir paseando sin ver tres en un burro no apetece. Recuerdo un tiempo ya en la universidad que por despistado olvido, no por coquetería que no tenía cabida en aquellos científicos años, me dejaba mis lentes junto a los apuntes de extraños problemas matemáticos. Coger el autobús era una odisea, no veía el número que indicaba la línea y levantaba el brazo cada vez que se acercaba uno que naturalmente no era el mío y negaba con la cabeza con el consiguiente enfado del conductor. Por esa vergüenza congénita que a veces tenemos, cogí más de una vez el autobús que no era y así fue como conocí la ciudad en todo su esplendor, no hay mal que por bien no venga. Creo que inventé el bus turístico.
Han sido años de muchas gafas y muchos cristales cada vez que las dioptrías aumentaban, de muchas lentillas de usar y tirar, rígidas, blandas, de un día, de una semana, de un mes, de mas gafas de diseño, ahora si por pura coquetería. Tantos años. Iba a abandonarlas d
efinitivamente si hubiera podido operarme pero me aconsejaron que no era conveniente y pensé que al fin y al cabo podía vivir con mis lentes otros muchos años más. Y más que tendré que acostumbrarme, el oculista me amenaza cada vez que voy con la venida de la vista cansada, que prisa tendrá, no llamemos a lo que sin duda ha de venir.

Mis gafas y yo podría ser la historia de mi vida, de hecho lo es, una historia cotidiana, cotidiana y necesaria que podría resumir asi
:
si leer es un acto de amor, mis gafas son mi corazón.

© 2008 Alma

18 hablaron con Alma:

Anónimo dijo...

Ñooooo!!! soy la primeeeee jajajajaja, venia yo muy contenta a darte las gracias por ese detallazo que dejaste en mi espacio...oye con lo que me gusta a mi Pablo Neruda...que bien queda su oda recitada por tí..en serio que si...muchas gracias...
Veo que ambas padecemo el mismo mal, aunque como bien dices, acabas acostumbrándote..yo llevo tantos años ya con las lentillas pegadas que son parte de mi misma, sin ellas no soy nada jeje..mas que otra cosa porque no veo ni tres ni cuatro en un burro...;)
Un besote

Anónimo dijo...

Alma, jajaja, me has matao de la risa con eso de subirte al bus equivocado por no pasar vergüenza, jajajajajaaaaa!!! Me has matao, coña, qué sentido del humor más bueno tienes! :D

Los que llevamos gafas o lentillas te comprendemos perfectamente.
A mi me llegaron de regalo a los 13, creo, y hasta los 16 o 17 no me atreví a ponerme lentillas!
Recuerdo una vez que me hice la valiente, me probaron una y acabé en el suelo del baño de la óptica mareá como un pollo!!! Luego ya las acepté y las uso a diario.
Aunque también tengo 3 pares de gafas (esta cosa del affelou, que las regala como pipas, eso sí, las tres más o menos iguales, jejeje)
Las gafas a trios me vienen bien, ya que mi despiste hace que nunca las encuentre. Así tengo tres posibilidades de no encontrarlas, jajajaja!
En fin, que somos gafitas 4 ojos....y qué? Así vemos lo bonito 4 veces!!!

Me encantan tus historias cotidianas, MUAKKKKKSSSSSSSS!!!
Eres un sol!
Taloviu!

SV

Juanma dijo...

"Gafitas cuatro ojos, capitán de los piojos". Con este verso cantado en cansino soniquete me recibieron mis compis de curso cuando me vieron aparecer a la edad de 4 ó 5 años con mis primeras gafitas de plástico duro.
Y muchas fueron las veces que tuve que enfrentarme al enfado de mi padre cuando decía aquello de:
-se me han caído y se me han roto las gafas sin darme cuenta
-Otra vez!!!- Grúñía mi papi mientras decía no muy contento que ya llevaba más de 3 en menos de 6 meses.
No sé yo si mis gafas han sido mi corazón o mi gafe, pues siempre busco la oportunidad para quitármelas y dejarlas por encima de vete tú a saber donde...
De hecho una de mis frases-bucle es:
¿Habéis visto mis gafas ?..
Es lo que tiene el tener gafas que necesito de lejos pero que me incordian de cerca. Eso hace que cuando me pongo cara a cara con alguien acaban en mis manos, mi boca y a veces en el suelo..

Un desastre, vamos. Pero les tengo cariño claro. No dejan de ser mis gafas.

Preciosa entrada con la que conseguirás que todos te aburramos con la peculiar historia de nuestros corazones-gafas.

Besazos Reina.

¡ Salud !

Raúl dijo...

¡Bien dicho, gafotas!

Anónimo dijo...

Llevo mes y medio sin ponerme las gafas y cada vez veo mejor, sorprendente pero cierto, sí. Apenas me acuerdo de ellas ni de la premura con la que suponía debía cambiar los cristales, pues en teoría había aumentado mi graduación cegata.
Yo a lo mío, va a ser que, como mis años, también resto dioptrías...

Un abrazo

Anónimo dijo...

que buena forma
de encontrarle el lado positivo
que las gafas sean tu corazón
lindisia metáfora

besosos desde mi siesta

Anónimo dijo...

Yo soy un traidor al grupo ya que me operé de la vista hace unos 8 años aprox., y tengo que decir, que aunque estaba muy acostumbrado a ellas ahora vivo mucho mejor. Poder ir a la playa y saber donde está tu sombrilla o toalla exactamente no tiene precio…
En cuanto a lo del bus turistic tendrías que mirarte lo del Copyright ; )
Un abrazo

-Jordi-

Єѕтnoм dijo...

Dulce final al post, linda.

Juanma dijo...

No he podido evitar ponerme las gafas para escribirte un beso de
Joan Coranta-tres.

¡ Salud !

Alejandra dijo...

muy interesante y divertido

saludos
Ale

Juanjo Montoliu dijo...

Te quedan bien las gafas. Y lo que ocurre es que, cuando uno se acostumbra a ver a una persona con ellas, parece que sea una parte imprescindible de su fisonomía.

Un besazo.

Anónimo dijo...

Ala! Yo me he sentido completamente identificada con este relato, jaja. "Llevo" gafas desde los 8 años, y si entrecomillo ese "llevo" es con toda la intención. Porque en realidad, me escaqueo de ponerme las gafas todas las veces q puedo!!

El motivo? Lo mío si q ha sido siempre pura coquetería, jaja. Siempre he sido consciente de que las gafas me sientan fatal, y he aprendido a manejarme sin ellas, a pesar de q soy muy pero q muy miope!

Un besote alma grande

Un relato agradable y muy fresquito, como siempre, ha sido un placer leerte

Nikté dijo...

Jajajajajaja
Me meo de la risa, asi que tu fuiste la que inventaste el autobus de turistas, jajajaja.
No puedo parir, digo parar de reír, lo siento pero aqui no te puedo decir nada serio ni transcendente, con lo profunda que soy.
Jajajajajaja

Nikté dijo...

Uys, Alma, estoy temiendo ir al blog de la Sotto nuestra que yo no ruge,vomita, creo que tendré que ir preparada con los clinex, me espera una panza de llorrar, ya lo veras.

Nikté dijo...

Yo también soy una gafotas de las progresivas, fíjate, no me las puedo quitar ni pa bañarme, es que no veo donde puse el gel.
¡Unámonos gafotas del mundo!
Si no somos bellas, que lo sean nuestras lentes.
Las mías son moraditas.

Anónimo dijo...

Yo las tengo desde hace 4 años y la verdad es que ahora entiendo a los que las llevais desde siempre. Coger el autobus equivocado? Ufffff varias veces por no ver bien el número.

Un saludo

- YOGUR - dijo...

Pues yo tengo una amiga que se operó y chica, como nueva que se ha quedao. El problema es que ahora ve mejor a su marido y no sabe muy bien porqué se casó con él... (Esto último es broma, claro, aunque igual hay casos...)XD

Anónimo dijo...

A remolque de tus comentarios llego yo siempre a tu casa.

Yo nunca llevé gafas, tuve una vista perfecta. Ahora empiezo a necesitarlas, años de estudio, oposiciones, años en fin; son como una cosa que está ahí a la que no me acostumbro, jaja, también voy necesitando otras cosas, otras muchas, pero sobre todo cada vez más cariño, yo no sé, si ya siempre he sido exagerado en éso no creo que sea posible serlo más y pedir más y más a todo el mundo, sé que hay ángeles a nuestro lado que cuando menos te lo esperas va y te cumplen un deseo.

Feliz verano, besossssssssss...

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