ayer fue un domingo como cualquier otro

lunes, 15 de septiembre de 2008


Ayer fue un domingo como cualquier otro. Me levanté no muy tarde y antes de desayunar fui a buscar el periódico. Había gente cargando sus bártulos en el coche para ir a la playa. Casi todos con niños bulliciosos y gritones. Poco a poco se iba despejando la calle de vehículos y la ciudad empezaba a reconocerse en su veraniega soledad. Miré a un hombre que pasó por mi lado, no le conocía, era guapo y me extraño, hacía tiempo que no veía a un hombre atractivo en la calle. Le bauticé, Alejandro, no sé muy bien porqué, no conozco a ningún Alejandro, pero el nombre le vestía de etiqueta. Me adelantó y le seguí con la mirada viendo como se sentaba en un banco del llamado algo pretenciosamente “passeig del teulaí”, no he visto nunca ningún gorrión en la por otra parte escasez de naranjos que lo bordean. Cuando pasé por su lado, nuestras miradas se cruzaron por un instante y sonreímos levemente como reconociéndonos en la cotidianeidad del día. Cuando salí del quiosco ya no estaba. Nuestros mundos se habían cruzado apenas unos minutos, pero parecía que el tiempo se había detenido y que unos minutos eran una vida. Hasta siempre Alejandro. Ayer fue un domingo como cualquier otro.




Hasta siempre Sofía!.
Te echaré de menos.
Continuo mi camino y pienso que Sofía podría
Ser de esas mujeres que veo durante un instante
Y pienso que nunca olvidaré.
Algunas las recuerdo y otras no se si ya las olvidé.
Pero a ti,
Por puro capricho,
No quiero olvidarte.

Pablo Ruoppolo




© 2008 Alma

17 hablaron con Alma:

Anónimo dijo...

Soy Alejandro y para mi hubiera sido un domingo como otro cualquiera de no ser por esa mujer de cabello pelirrojo...Pareciera que me ha despertado su color.
Ha sido sólo un instante, cuando he pasado por su lado. La venía observando, la perseguía con los ojos desde muchos pasos atrás. Se ha detenido a comprar el periódico y he tenido que prescindir de su presencia asombrosa...
Tan asombrosa que, con corazón de chiquillo loco, no he podido contener mi ansia de volver a iluminarme con su color de domingo diferente y he acabado sentado en un banco con la ilusión y el ansia de recrearme otro instante con su presencia. Y así ha sido, ha podido suceder ese milagro cuando ha pasado por delante y nos hemos sonreído.
Creo que me he sonrojado después queriendo adivinar cuáles habrían sido sus pensamientos.....y fantaseando, he querido creer que he roto la monotonía en su alma, en uno de estos domingos que parecen iguales.

Juanjo Montoliu dijo...

Ayer no fue un domingo como cualquier otro porque viste a Alejandro. Y él te vio a ti, y vuestras miradas se cruzaron, e intercambiasteis una sonrisa; y quizá el próximo día surja una conversación espontánea a cuenta de la que no se produjo ayer:

- Yo a ti te conozco de algo...
- Ah, pues no sé, no recuerdo...

Y quizá sea verdad, que no recuerdes, o que él no recuerde que ese domingo no fue un domingo cualquiera...

Besos.

Anónimo dijo...

Hola, ola de mar...

Confesaré algo...No he escuchado nada de ese autor, del que he puesto las primera estrofas de una canción..Un día encontré esa letra y la guardé, y ayer, al escribir, la encontré en el pc...Pero no lo descarto, el escucharle.

Lo que relatas a mi también me ha ocurrido, cruzas las miradas, incluso sigues a esa figura y también se fija en tí. Pero somos tan incapaces de atrevernos ( al menos, yo, tímida irremediable) a saludar con cualquier excusa..., que el día, se convierte en un más...Me suelo sentir decepcionada conmigo cuando me pasan esas cosas...
Pero es que las veces que sí he respondido a la mirada y posterior saludo.., madre mía.., lo que hay por ahí...
Un beso, o dos..
Aire

Juanma dijo...

A mi me fascina mirar.
Soy capaz de hacer pocas cosas a la vez, pero cualquier cosa y mirar lo hago siempre.
Si compro miro en la cola de la cajera.
Si paseo miro a través de los cristales de los escaparates.
Si voy al cine miro quien se sienta delante y quien detras.
Si voy a la playa me tumbo bocaabajo para mirar por la rendija que dejo entre mi antebrazo y la arena.
Si escribo miro las fotos que pueden adherirse a mis textos.

Y si te leo, te miro.

Cualquier día hemos de encontrarnos con un bonito Alejandro que nos aparte de esta manía constante de mirar culpa de no desear mirar lo que ya se ha encontrado.

Nos miraremos mi reina.
Besos hasta entonces.

¡ Salud !

Dante Bertini dijo...

somos poco más que ese instante de gloria
el de la mirada ajena

Єѕтnoм dijo...

Es curioso, hace un par de meses me sucedió algo parecido. Muchas veces se cruzan miradas e incluso se intercambian sonrisas, pero esa ocasión se ha quedado en mi recuerdo y va más allá del paso de los días.
Sería tu Alejandro?
Caricias.

Anónimo dijo...

Es curioso esto de los encuentros fugaces. Miradas entrecruzadas que sacan chispas de: ¿deseo, sexo, amor...? sea como sea pasa

un abrazo

-Jordi-

Anónimo dijo...

Qué importante es ese primer cruce de miradas en los también primeros encuentros. Hay un mundo entero dentro. Yo creo que tu domingo no fue un domingo cualquiera.
Un beso

Anónimo dijo...

Hoy es un martes como otro cualquiera, o no?
No lo sé, pero el caso es que mi pensamiento ha cruzado miradas contigo este martes, y por eso tenía que venir a dejarte besos.

Besos!


SV

Raúl dijo...

Yo lo he hecho un montón de veces, eso de fijarme en alguien e inventarle, no un nombre que me acompaña en mis fantasías, sino incluso una vida entera, con su pasado, su presente (mi visión de ella en ese instante) y hasta un futuro, a veces lujurioso a veces entrañable, del que formo parte.

Mónica Sánchez Escuer dijo...

Ese cruce de miradas que mueven la sonrisa no es cosa de todos los días. Yo diría que pasa muy pocas veces en la vida. Y uno siempre se pregunta ¿qué habría pasado si le hubiera dicho algo?
No fue un domingo cualquiera: seguro que la sonrisa te duró mucho más que esos minutos.
Saludos

Anónimo dijo...

Nosotros creamos a "Alenajndro" y podemos crear otros nuevos en el futuro. Cuestión de imaginación o de necesidad o de capricho.

Besos.

Pd.: como estoy como estoy no te he dicho que ya ví Elegy, xD. Lo que nos cuesta expresarnos...

Elena dijo...

Por lo que a mí respecta, ayer, como hoy, como mañana, y como tu pasado domingo, fue miércoles (es lo que tiene septiembre). No obstante, sí que me crucé a uno que bien podía haberse llamado Alejandro. Aunque al final, resultó Manolo.
Un besazo.

jlg dijo...

Es como una ola de recuerdos, las sensaciones son diferentes siendo del otro lado del sexo, pero la herida es la misma de grande y tiene las mismas profundidades, pero a no caer, un domingo como cualquiera es una oportunidad para salar esa herida levantar la frente a la luna y saber que pese a todo uno esta aca para cambiar de piel todos los veranos.

jlg

jlg dijo...

Ha sido hasta ahora lo mejor que me ha apsado en el día tu poesía y tu voz leyendola, un placer, a ver como hago para bajarmela a la PC, muchas gracias!!!

Es bueno encontrar gente tan interesante por estos lugares!

Un abrazo enorme!

jlg

Anónimo dijo...

No sé lo que hay de cierto en esta historia sin duda conmovedora por tanta casi imperceptible indiferencia.

Gorocca

Anónimo dijo...

Alguna vez a todos nos ha pasado una cosa así. Luego lo recuerdas en otro momento cualquiera y una sonrisa aflora en tus labios.

Un saludo

Publicar un comentario

di lo que quieras, estás en tu casa