mi nombre es Anitona

lunes, 30 de marzo de 2009

*A Raúl, cuya entrada me dió la idea que he escrito con premeditación pero sin alevosía*



Maldito Federico, estamos en abril, en Roma, falta poco para el amanecer y la temperatura es de 9 grados. Ya esta terminada la réplica de la Fontana en Cinecittà, pero no, se ha empeñado en rodar la escena en el propio rione de Trevi. Piero ha diseñado un vestido de lo más espectacular para hacerme sentir lujuriosa y amoral, pero lo que siento es frío, mucho frío. Me envuelvo con una manta mientras tomo un café calentito junto a Walter, nos reímos del horroroso nombre que le han puesto en la película, Paparazzo, menuda estupidez. Menos mal que nadie se fija en esas cosas. A lo lejos veo como una señora mayor se baja de un Mercedes y le grita algo a Federico, el aire helado me trae algunas palabras, inmoral, escandaloso. Es curioso este país donde se conjuga la “dolce vita” con el más estricto puritanismo. Por fin me llaman para rodar la escena, espero que valga la primera toma, ayer en el ensayo, comprobé que el agua estaba congelada y que a cada paso que daba dentro de la fuente, mis pies descalzos se magullaban con las monedas que tiran los ociosos turistas, podrían haberla limpiado antes de rodar. Allí voy, mi texto es fácil, Marcello, Marcello, Marcello… sólo tengo que repetir la palabra en el mismo tono que utilicé ayer por la noche en el hotel. Lo haré bien, aunque no creo que esta escena me proporcione mucha fama. Mi nombre es Anita Ekberg, voy a bañarme en una fuente por exigencias del guión y hace un frío del carajo.


**relato totalmente inventado sobre unos hechos totalmente reales**







Anita Ekberg en "La Doce Vita"







© 2009 Alma

32 hablaron con Alma:

Єѕтnoм dijo...

No la he visto, creo.
Me la apunto.

Besos.

Sinuosa dijo...

Seguro que fué como lo cuenta, jejej

aapayés dijo...

Hermoso

ya siento la fuente caricia de tus versos, que bañaron la actriz..

saludos fraternos..

un abrazo

Anónimo dijo...

Uy si que la he visto varias veces un gran clasico del cine Italiano, me encanto tu descripcion de los pies de Anita en la fuente...seguramente diria exactamente eso mismo, si segura de ello!

Alma, gracias por tu visita siempre, tu ultimo comentario me ha emocionado...me emociona tu decir, se comprende, no?
Gracias y un abrazo.
Ya que no se le puede dejar mensajes a mi P querida lo dejo aqui, disculpame te quito un pedacito de espacio, vale?

P, TE QUIERO Y ESPERO TU REGRESO SIEMPRE!!

Gracias otra ves Alma.
Tere.

Anónimo dijo...

VEZ, SORRY!

Penélope dijo...

Jajaja, tu última frase me ha sacado una carcajada, jajajajaja!
Pues fíjate que sin haber visto la peli, esa escena sí la conozco! :D
Desde luego, en la peli no escuchamos a Anita decir que hace un frio del carajo, sino que se la ve muy contenta, jajaja!
Se me ocurre que sería gracioso leer el pensamiento de los actores en ciertas escenas, eh?

A Raúl y a ti deberían daros toda una página en alguna publicación. Seguro que sería mejor que las típicas críticas de cine, jajaja!
Una página bajo el título: El cartógrafo y su Alma de color naranja! ;)

Me encantas!


Un beso


P

Liver dijo...

Brrrrrrrr me entró un frio del carajo leyendo jajajajajajaja que bueno el texto, pienso que si no fue así se debía parecer muchísimo...que horror lo que tienen que hacer los actores para que nosotros disfrutemos sentaditos en un sillón comiendo palomitas...jeje

Ñooooo!!! de verdad que me entro frio... voy por mi mantita...

Besos

Anónimo dijo...

Tenîa 12 años la primera vez que pisé Roma. Tuve a dos mamàs, la mîa, y "la Mamma" ( una Marta...)
Me crié entre dos Mediterràneos, difîcil desasirse de padres inexistentes y de madres tales. "El mîo, fue el buen padre judîo, siempre alerta y liberàndonos de kippas y religiosidades.
De él aprendî, a ser atea, gracias a Dios (como dijo Buñuel e ilustrarîa Fellini).
El me iniciô e inspirô en esto del cine y a liberarme de muchas cadenas. Hay un poema tuyo colgado a tu padre, y si te escribo, y me atrevo a decir, es porque sé que nunca seré capaz de escribirle algo asî, al mîo.
Y eso que, sôlo él, sabîa cuanto le debo ...
Sobre la" Dolce vita" ya dejé mis humildes comentarios en la bitàcora de Raùl... sus visiones me parecen certeras, y se pueden vislumbrar desde mûltiples prismas.

La tuya le aporta luz, y mucha "alma"... y como siempre dije , formàis ambos un excelente "binomio". Seguid asî, inspiràndoos el uno al otro, pues la simbiôsis es de lo màs creativa.

Un beso



Un abrazo y gracias por tus palabras y tu sinceridad, Alma.

MORGANA dijo...

Ví la película y es magnífica,en cuanto a tu última frase dicen"cuando el grajo vuela bajo,hace un frío del carajo"ja,ja,me gusta.
Un beso a tu alma

mati dijo...

si , seguro que esta bastante cerca de la realidad... es buenisimo...
por eso son buenos actores, no?
un besazo

Gó dijo...

Estos finales me llaman poderosamente la atención.Lees embelesada y de repente,se corta la trama con un toque de ingenio que desborda.
Ehhh,de todas maneras,con lo bonita que es la Fontana de Trevi,aunque deberían haberla limpiado,qué placer pisar sus aguas¡
Besucos "Anita"

Neogeminis Mónica Frau dijo...

y escuché que Marcello, mientras hacía esa escena, llevabaunas poco eróticas botas de goma para , precisamente, no mojarse los pies! jajaja. Como siempre, las mujeres somos más resistentes!


Saludos!

Raúl dijo...

Nueve grados, y recién entrado abril, no son muchos grados para una ciudad como Roma.
Tras tu relato, inventado sí, pero bien documentado, queda en entredicho ese sentir popular de que la vida de los artistas es todo lujo y caprichos. Mira la pobre Anita si cogió frío tras la escena de marras, que hoy manifiesta tenerle "tericia" a la película.
Ya ves, siempre hay alguien que tiene que pagar un alto precio por nuestros sueños.

Juanjo Montoliu dijo...

No le salió mal del todo a la chica la escena, jajaja.

Elena dijo...

Por eso mismo hay quien no quiere conocer a sus ídolos, para no tener que asomarse a la trastienda del glamour.
Un besazo, Alma.

Manu Espada dijo...

Bonito texto, y qué hermosa mujer Anita Ekberg, eso sí que eran curvas, mamma mía.

Juanjo Montoliu dijo...

A veces se comprueba por qué algunos guiones son exigentes, o mejor dicho algunos guionistas son exigentes, o quizá sea que algunos directores se ponen exigentes y tiran balones a la banda: que no te lo exijo yo, te lo exige el guión, que no fui yo, no fui, fue el maldito Cariñena que se apoderó de mí.
Lancemos vivas, en este caso, al guión, al guionista, al director, los actores, y por último y principalmente, a la autora de estas letras.

Anónimo dijo...

Gracias! estas en todas, que joyita sos querida, otra vez gracias!!

Adoro sus pinturas, en su mayoria las veo tan dramaticas que me pueden.
Un abrazo, ah! ayer pude dejarle un mensajete a P, que alegria despues de tanto tiempo.
Cuidate.
Tere.

Nikté dijo...

Si es que eres una pragmática perdida, mira que desinflar todo el encanto de la peli, con eso de que ella tenía frío, que si esto y lo otro, vaya, que estaba fastidiá.

Cuando la vuelva a ver, después de esto ya no la veré de la misma manera, por tu culpa, jajaja.


Ains, eso de contagiarse el uno al otro, es tan rico.

Isidro R. Ayestarán dijo...

Inolvidable aquella secuencia.
Anita no hizo mucho cine relevante después de aquello, pero con aquel vestido negro, Fellini la encumbró al olimpo de las diosas y los mitos.
Y en cuanto al relato... Me ha trasladado a mi adorada Roma, a uno de mis enclaves mágicos y evocadores...

Mil gracias y mil besos
ISIDRO

Martín Gardella dijo...

Esplendida descripción de una escena inolvidable. Me gustó mucho! Saludos

andrea dijo...

Hermoso texto! y muy hermosa Anita Ekberg!

Gracias por pasar a visitarme y por ese maravilloso poema que me dejaste de regalo! Un maravilloso detalle!

Besos.

Nikté dijo...

No lo se Alma, no lo se, pero se me ocurre una historia; la de un tipo que le roba a una chica su lenguado a la plancha y ella le clava el tenedor.

Gorocca dijo...

Fantástica Anitona, Alma y afortunado Raúl!
Buen fin de semana!

Joe dijo...

No he visto la pelicula, pero gracias a tus palabras vi mas alla de ella, pobre mujer. Es que la vision de un director a veces trae a consecuencia un buen resfriado, dolores, magullones hasta depresiones.

No me cabe duda que habra sido muy parecido a lo que escribiste lo que ella ha pensado.

Abrazo!

jlg

Francisco Ortiz dijo...

Está muy bien el relato. Espero que no sea el último de este estilo. PD: Raúl es un pequeño genio.

Aire dijo...

Hola..
Pues a mi me ha recordado a algo nada cinematográfico..En León más de una vez he visto una despedida de solteros donde obligan al novio a meterse en calzoncillos en la fuente de Santo Domingo..y eso a altas horas de la noche y en pleno invierno. Unos grados menos que en Roma..
Y es que el que quiere algo..a veces a de pagar al menos unos malos momentos y un resfriado..y encima en mi fuente..no hay monedas.besos del Aire

Ricardo Guadalupe dijo...

Es totalmente verosímil tu relato, e impredecibles los hechos por los que podemos pasar a la posteridad. Me pregunto qué sentirá ella ahora, con 77 años, al verse en esa escena, y sobre todo me pregunto cómo recordará la temperatura del agua y de la noche de aquel día. Para mí que su recuerdo debe ser tan agradable que su memoria ha debido transformar las posibles penurias de ese día en las anécdotas más fascinantes.

Un abrazo y felicidades por el relato.

Soledad.B dijo...

Brillante la manera de narrar y meterte en la misma escena de la pelicula ,En la misma Fontana de Trevi con Anita ,reluciran las monedas ante tan bello escrito.

Besos Alma.
Soledad.B

Pablo Ballesteros dijo...

que suerte tenemos que Raul te diera la idea ya sois dos en la redcon historias de cine para llevarnos al alma
muy buena esta historia y por supuesto que linda estaba Anita Ekberg en la fuente
que pelicula dios mio que pelicula

Paperenblanc dijo...

jejeje k buena eres. Delicioso es tu arte de original como es.

un abrazo.

y repito, muy bueno.

Josep dijo...

Estupendo relato: se le aplica como un guante aquello de: "si non e vero, e ben trobato"

Que grande Anita, conseguir ser sexy con los pies congelados; siempre me encanta pensar, vista la película, las trastiendas del rodaje, con esos detalles que, en defiitiva, realzan la labor de los intérpretes, que son los que dan la cara...

Salutacions.

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